La dama posee el movimiento combinado de la Torre y del Alfil, moviéndose en línea recta en las filas, columnas y diagonales. El número de escaques que puede atacar a un tablero vacío varía del 21 al 27 escaques siendo más efectivo en el centro del tablero. No puede saltar piezas de un mismo color o del adversario a su movimiento de captura consiste en ocupar el escaque de la pieza adversaria. Según lo establece la FIDE, la dama debe estar representada por la letra D en los países de habla portuguesa y española en la notación algebraica del ajedrez, que deben ser utilizadas en los torneos oficiales. En periódicos y en la literatura se recomienda la utilización de figuras o diagramas ( y ).
Debido a la importancia que la dama adquirió en el ajedrez, fue difundida una expresión en francés Gardez la Dame que significa «Proteja a la dama» anunciada cuando el ajedrecista atacaba la pieza adversaria. No obstante, esta expresión cayó en desuso a finales del siglo XIX, y al igual que el jaque, ya no se utiliza más en las competiciones oficiales.
Usualmente, el valor relativo de la dama se estima entre 7,9 y 15,5 puntos en relación al valor de referencia de un peón, aunque el valor más citado en la literatura es de entre nueve y diez puntos. Este valor es calculado en función de la movilidad de la dama y la cantidad de piezas adversarias en el tablero. Su capacidad para moverse en una dirección y atacar en otra, permite que ejecute con facilidad tácticas como el pincho y el tenedor.
A medida que existen menos adversarias, la pieza se vuelve más valiosa. Una dama tiene el mismo valor que dos torres, especialmente si otras piezas en el tablero, pero las torres se tornan más valiosas cuando el tablero se vacía, ya que pueden defenderse. Una torre con un peón y una pieza menor tiene un valor aproximado de dama, sin embargo la condición de igualdad sólo si es establecida si el lado sin la dama posee el par de alfiles. En finales con tres piezas menores, estas son un poco más valiosas que la dama, sobre todo si se trata de un par de alfiles y un caballo, cuya combinación no sufre de la debilidad del color cuando hay sólo un alfil.
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